Nuestra vida de fe en los momentos difíciles

Hay procesos muy difíciles pero necesarios en nuestra vida de fe

Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; Enséñame tus estatutos. Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas. Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra. Salmos 119:25-28 (RVR 1960)

Hay procesos muy difíciles en nuestra vida de fe, pero sin ellos sería imposible crecer y conocer más a Dios; aprendemos confianza y obediencia, Dios se da a conocer con sus promesas que nos dan esperanza y con sus mandamientos que nos dan dirección. Sería muy difícil para nosotros perseverar en el camino de fe sin la intervención de Dios a través de esos procesos.  

Pareciera ser que lo mejor sería no pasar dificultades y tener muchas cosas propias de esta vida, pero lo cierto es que todo se acaba; el cuerpo se desgasta y lo demás también pasa. Sin embargo, a través de la fe Dios nos encamina para darnos un cuerpo permanente y cosas que son también eternas y que se viven en condiciones de verdadera felicidad. Apeguémonos a Dios, a sus mandamientos y propósitos y estaremos bien a pesar de la pruebas.

La Biblia también dice:

¿Qué es el hombre para que lo engrandezcas, para que te preocupes por él, para que lo examines cada mañana, y a cada momento lo pongas a prueba? Job 7:17-18 (RVR 1960) Dios conoce nuestros pasos y cada día los encamina a sus propósitos, nos orienta para andar en el camino correcto, esta funciones cumplen las pruebas, esos procesos que en ocasiones nos resultan difíciles soportar y entender.

Más él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro. Job 23:10 (RVR 1960) Dios siempre está operando para hacer de nosotros la mejor versión para su gloria y para nuestro bien, Él transforma nuestras vida a la imagen de Cristo mediante la nueva naturaleza en Cristo, es por eso que hay momentos muy duros y dolorosos, pero esas ocasiones son necesarias, porque precisamente es ahí donde estamos siendo pulidos por Dios y nuestra fe es aumentada.

Compartir