Dios es bueno y quiere hacerte toda clase de bien, acepta la forma de vida que te ofrece y te irá muy bien
Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salvación. Salmos 68:19 (RVR 1960)
La gracia especial es abundante en la vida del pueblo de Dios y aún lo es la gracia común o general en la vida de toda la humanidad. Hoy nosotros los que creyentes, debemos aprender a bendecir el nombre de Dios de manera genuina; esto significa reconocer que todas las cosas que recibimos a diario son bendiciones que proceden de Él.
Los incrédulos no bendicen el nombre de Dios, porque todos los bienes que reciben no son atribuidos a Dios. De las bendiciones de Dios también deben brotar de nuestros corazones acciones de gratitud, y es que toda nuestra vida debe corresponder a Dios con gestos de gratitud por todos los beneficios que nos ha dado.
Cuando no agradecemos a Dios por lo que recibimos, ni honramos su nombre por lo que nos da, actuamos mal, y es por eso que no disfrutamos lo que tenemos. Reconozcamos y aceptemos que Dios es el proveedor de nuestro bien, de esa manera recibiremos más abundantes bendiciones, porque el que es fiel en lo poco será puesto en lo mucho, pero el que no es fiel con lo que recibe, aun lo que tiene le será quitado. Ser fiel a Dios en este aspecto significa darle a Él la alabanza por todas sus bendiciones recibidas.
Lectura complementaria:
Pero después que hayan comido y se sientan satisfechos, deben alabar al Señor su Dios por la buena tierra que les ha dado. Deuteronomio 8:10 (DHH). Bendeciré al Señor, que me aconseja; aun de noche me reprende mi conciencia. Salmos 16:7 (NVI)
Dios con su gracia nos hace bien, nos provee y nos guía por el sendero correcto. Si estamos pasando un mal momento debemos revisar nuestra forma de vida, si estamos esforzados en su gracia pronto pasará el mal y de ellos saldremos bendecidos, pero si andamos fuera de la voluntad de Dios tengamos cuidado, mejor aceptemos su gracia para que nos vaya bien.