Cuando vivimos para la gloria de Dios podemos ser prosperados en todo.
Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él. Colosenses 3:16-17NVI
Vivamos agradecidos con Dios por su misericordia;
que nuestras acciones y palabras glorifiquen verdaderamente a Dios, porque Él nos dio la salvación, y que seamos luz para que los que andan perdidos en las tinieblas de este mundo sean alumbrados con la luz de la vida.
Que nuestra vida, vivida en gozo y esperanza sea un testimonio de que Jesucristo transforma los corazones de quienes son visitados por su gracia. Vivamos la vida con amor verdadero, amando siempre a Dios y a las personas como un testimonio del amor que a diario recibimos de Dios.
La también Biblia dice: Oh Señor, quiero alabarte con todo el corazón y contar tus muchas maravillas. Oh Altísimo, por ti quiero gritar lleno de alegría; ¡quiero cantar himnos a tu nombre! Salmos 9:1-2 DDH.
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. ¿Quién puede proclamar las proezas del Señor, o expresar toda su alabanza? Dichosos los que practican la justicia y hacen siempre lo que es justo. Salmos 106:1-3NVI
Oraciones: Que Dios te ayude a ser una persona agradecida por tanta misericordia recibida. Que tu iglesia sea un verdadero instrumento de Dios a través de su vida de adoración en sus cultos congregacionales.