Los padres somos responsables del bienestar de nuestros hijos, el cual depende de que sean encaminados correctamente en Dios.
Al ver esta foto que me tomé con mi esposa y con mi niña Danaly, pensé el Salmo 127:3 RVR1960, cuando dice: «He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.» Ser padres, es una de las más alta responsabilidad que tenemos los seres humanos. Si no somos diligentes con el rol de padres, en todo lo demás que hagamos tampoco seremos efectivos.
No podremos guiar a nuestros hijos correctamente, si no estamos viviendo de acuerdo al propósito que Dios tiene para nuestras vidas y familia. Sobre la correcta dirección que debemos darle a nuestros, este mismo salmo nos comparte una figura maravillosa: “Los hijos que nos nacen en la juventud son como flechas en manos de un guerrero.” V. 4 DHH
Sólo Dios puede afinarnos la puntería, para que nuestros hijos den en el blanco perfecto, es decir, para que ellos puedan ser encaminados en el camino del Señor y en su propósito, y para que aun cuando sean grandes permanezcan en Él. Pero, debemos aceptar que no podemos orientar correctamente a los hijos por un camino o sendero que no conozcamos o que no hayamos caminado.