Dios nos quita el miedo y nos fortalece para triunfar en la vida

Que nuestro valor sea la presencia de Dios y nuestra fuerza su poder, para que siempre estemos en victorias.

El miedo paraliza, trunca nuestros objetivos y hace que nuestro futuro sea infructuoso, estéril y nada productivo. Sin embargo, la presencia de Dios nos da valor, disipa el miedo y nos hace mirar el mañana con entusiasmo, porque Dios con su presencia activa nuestra fe, nos da certidumbre que Él es nuestro Dios y que por lo tanto, nada nos puede detener y paralizar en sus propósitos eternos, que se muestran a nuestras vidas en el día, día.

Aunque nos desgastamos en lo cotidiano por lo que nos es contrario, contamos con nuestro Dios fuerte, que nos abastece con su poder, para que las fuerzas del cansado se renueven cada día. Con el favor de Dios nuestros logros pueden ser muchos y los mejores, si podemos lograr lo mejor, porque Dios lo hace posible.

Ahí donde no podemos por el desgaste, Dios hace que podamos, porque cuando estamos a punto de desmayar nos sostiene para que no caigamos derrotados. Con Dios de nuestro lado, los hechos portentosos y maravillosos serán abundantes. A él sea siempre la gloria por su presencia que nos es manifiesta todos los días.

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