
“Que ninguna persona airada te quite la paz, piensa que ese momento es oportuno para transmitirle la paz que su vida necesita.”
Los que somos ciudadanos del reino somos agentes de paz, Cristo es la paz del mundo y de los corazones. Siempre que seamos agredidos con palabras hirientes, actuemos con suavidad al hablar y con una actitud mansa, porque así, seguramente, Dios nos usará poderosamente para bendecir a los carentes de la paz de Cristo. Hay una identidad maravillosa para los sembradores de paz; “ellos son los hijos de Dios”. Mateo 5:9