Dios no nos deja solos en las tribulaciones

En las tribulaciones Dios nos ayuda con su poder soberano y con su gran misericordia.

Cuando nos queda claro que Dios es soberano, es decir, “que es superior a todo e inferior a nada,” de nuestro corazón fluye la confianza y la obediencia en Él. Si guardamos en la profundidad de nuestro ser esta verdad, y al ser influenciados por el Espíritu Santo, tendremos certeza en esta vida; “que Dios gobierna todo soberanamente y que por lo tanto, estamos bajo su seguro amparo y protección.”

Estimados lectores, es aquí donde el deber nuestro, de buscar responder en la comunión que Dios establece con notros, nos debe llevar a ser prontos; al leer, estudiar, oír y practicar las Sagradas Escrituras. Pero además, a orar sin cesar, a adorar con fervor y a servir con humildad.

Estas son prácticas necesarias en la comunión con Dios. Si lo hacemos así, en el tiempo de la angustia o cuando nos falte algo, tendremos la suficiente confianza para refugiarnos en Él, porque Dios ampara y fortalece con su poder soberano y auxilia con gran misericordia.

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