Debemos poner nuestra fe en Cristo porque su nombre es poderoso y glorioso, él es la respuesta para cualquier necesidad de nuestra vida, puede liberarnos de las manos del maligno quien daña nuestra vida hasta destruirla.
Lo que ayuda más a nuestra vida, los que nos sana y nos libera verdaderamente es más que lo material, lo material no es eficaz ni duradero como lo espiritual y que solo Dios puede darnos. Nuestras necesidades son más que necesidades del pan y la salud física. Nuestros anhelos deben ser más que el gozo de este mundo, porque estas cosas se acaban pronto, y aunque nos dan satisfacción, no son duraderas, incluso después, nos hacen caer en una condición más triste y desesperante.
Lo efectivo para nuestra vida está en Cristo, porque su nombre que es sobre todo nombre nos salva y nos da la victoria en este mundo. Cualquier cosa negativa de nuestra vida puede ser tratada por la gracia de Dios en Cristo. Cualquier cadena que nos ate a la miseria y al dolor, en el nombre de Cristo puede ser rota.
Dios que conoce todas nuestras necesidades siempre llega con la palabra del evangelio, con sus promesas y ofrecimiento de su gracia y del poder de Cristo, ya que si Cristo venció todos los poderes del mal en la Cruz y con su resurrección la muerte, es quien nos puede liberar de todo, porque él mismo tiene autoridad sobre el maligno y sobre cualquier obra mala que se levante contra nosotros.