Dios es nuestra torre inamovible de protección

Que dicha tan grande tenemos los hijos de Dios, porque siempre que acudamos a él para buscar refugio en su nombre estaremos seguros. Nadie puede contra el nombre de Dios, pues su nombre es glorioso, el llena la tierra y el cielo.

Nada puede haber por encima de Dios y nadie más es conocido como él. Satanás y sus demonios escuchan el nombre de Dios y se sujetan, a un Jesús andando en la tierra siempre sometió a los demonios y los reprendió para que dejaran de atormentar a los que se acercaban en busca de ayuda. No hay ninguna evidencia bíblica que narra alguna derrota que Jesús haya tenido por parte del mal, más bien, toda la Biblia demuestra que Dios siempre ha cumplido su propósito a pesar de la oposición del maligno.

Todos los enemigos de Dios, los que se levantan contra su obra están sometidos a la autoridad del que tiene dominio y quien gobierna por siempre y en todo, por ello nuestra confianza debe estar en Dios.  Solo Dios puede poner a salvo nuestra vida verdaderamente. Busquemos la presencia de Dios, oremos para que nos brinde protección, de esta manera, el miedo también será disipado, porque Dios nos dará seguridad y nos hará sentir su cuidado.

Impenetrable y temible es el nombre de Dios, por eso el mal no tiene lugar ante su presencia, sin embargo, para nosotros, su presencia significa regocijo, porque nos trata amorosamente ante nuestra reverencia, la cual no es miedo aterrador, sino respeto y seguridad que nos  permite acércanos porque encontramos todo lo que requerimos en nuestra vida cotidiana, para no estar atormentado por el mal que nos acecha.

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