Confiemos en Dios que vienen buenos tiempos

Con Dios los buenos tiempos siempre estarán presentes en nuestra vida, debemos confiar, pero también debemos someternos, ya que siempre nos quiere guiar a una vida dedicada a él, porque con él siempre estaremos seguros.

Debemos prestar más atención a Dios, hay que atender más su llamado a la fidelidad, ya que lejos de él no tenemos buenos tiempos, y en medio de estas circunstancias no tendremos esperanza.  Sin embargo, en la comunión con Dios nunca nos harán falta sus promesas.

También debemos recordar, que cuando el pueblo se desviaba del camino de Dios nunca les iba bien, por lo mismo, también hoy Dios nos llama a volvernos a él, a seguir su guía, a consagrarnos, a poner nuestra esperanza en él, y aceptar que la vida sin él, no tiene sentido, o simplemente, no se puede vivir de la mejor manera.

A través de lo que ha sido históricamente el trato de Dios con su pueblo, siempre les ha prometido sanidad, en medio de las crisis Dios no los ha dejado en incertidumbre, los ha consolado con la esperanza de tiempos mejores. Nunca Dios dejará a sus hijos a la deriva, sin propósitos de vida, de bendiciones y de sanidad o restauración.

Hoy no es la excepción en el trato de Dios con nosotros, porque siempre está presente su gracia en la que podemos encontrar sanidad física y del alma, nos brinda el descanso, la paz y a pesar de los tiempos difíciles nuestra vida puede gozarse en su amor. Además, en Dios estamos seguros, porque de su mano nadie nos puede arrebatar, él nos protege, pues nos ama tanto, que él mismo se hizo carne para entregar su vida en rescate de la nuestra.

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