Jesús anunció su resurrección para que no se perdiera la esperanza en el

Hoy también, nuestra resurrección es anunciada para traernos consuelo y fortaleza ante la muerte y para que no se pierda la esperanza.

“Hermanos, no queremos que se queden sin saber lo que pasa con los muertos, para que ustedes no se entristezcan como los otros, los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios va a resucitar con Jesús a los que murieron creyendo en él.” 1 Tesalonicenses 4:13-14 DHH

Jesús anunció su muerte para que sus discípulos no pensaran que al morir el mal triunfaría sobre él, por eso siempre manifestó que moriría tal y a como estaba determinado por el consejo divino, quien había planeado a la perfección la salvación. Jesús quería que llegada la hora de su muerte sus discípulos entendieran que eso era parte del plan divino para derrotar el mal.

Del mismo modo, anunció su resurrección, porque ya estaba escrito que con su muerte el diablo y el poder del pecado serían derrotados, y que con su resurrección se consumaría la derrota de la muerte, porque también Jesús con su muerte derrotó a la muerte, por eso es que hoy somos libres del poder del maligno, del poder del pecado, de la maldición del pecado y de la muerte como paga del pecado.

No todos comprendieron el alcance que tendría la muerte y la resurrección de Jesús, pensaron que con la muerte de Jesús se terminaba todo, por eso algunos que lo habían dejado todo para seguirlo, volvieron a su antigua labor. (Jn. 21:1-14). Muchos no creían que Jesús iba a resucitar; El imperio mandó que custodiaran el sepulcro para que no fuera simulada la resurrección anunciada. Las mujeres prepararon un perfume especial para ungir en el cuerpo de Jesús. Los apóstoles no creyeron aun cuando las mujeres les indicaron que un ángel les había dicho que Jesús había resucitado tal y a como les había sido anunciando, los discípulos necesitaron pruebas visibles y palpables para creer. (Mt. 27:62-66, Lc. 24:1-12, Jn. 20:19-29).

Hoy se nos recuerda el anuncio glorioso de nuestra resurrección, debemos creer para que el gozo y la esperanza inunden nuestra vida para vivir bien ante tanta incertidumbre que hay en esta vida. Vivamos nuestro presente con Cristo y esperemos un futuro maravilloso, porque Cristo es nuestra vida hoy, y aún más allá de la muerte. Abracemos con fe sus palabras:

“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.” ¿Crees esto? Juan 11:25 RVR1960

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