Terminaremos ciegos en manos de quienes quieren quitarnos una paja pequeña de nuestro ojo, mientras ellos tienen un enorme tronco o viga en sus dos ojos.
Con esta afirmación Jesús estaba tratando con los fariseos y escribas, quienes se creían justos en sí mismos, los que prefirieron que Pilato soltara a Barrabás y no a Jesús.Y es que este tipo de personas, hoy es característico en muchos que juzgan a otros por acciones que no son peores que las que ellos mismos cometen, o porque el juicio que hacen es sobre una falsa piedad, pues lejos están de la gracia, de la misericordia y del amor. Estos son jueces injustos, y sin autoridad moral para corregir a otros.Este texto no es un argumento para no dejarnos corregir y pastorear, ya que en verdad necesitamos ser corregidos y disciplinados, pero esto tiene que ser a través de personas que en verdad actúen como Jesús actuó. Son aquellos que tienen como característica el amor, la compasión, los que en verdad reconocen sus imperfecciones y quienes muestran sujeción a Dios mediante una vida de piedad.Yo mismo como pastor, he vivido la experiencia de querer ser corregido por hipócritas, falsos, quienes se mueven no por el amor a Dios, ni por amor a sus corderos, sino por intereses ruines. Son personas que no los quieren ni en sus propias congregaciones, por eso no tienen iglesia que pastorear, porque además, no hacen nada si no les pegan. Algunos de ellos, compran barato para vender caro, por eso siempre han tenido ministerios pobres y arruinados en todos los aspectos.Jamás saldremos bien de las manos de quienes quieren quitarnos una paja muy pequeña de nuestro ojo, mientras tienen atravesada en sus propios ojos una enorme viga, pues estos así terminaran dejándonos ciegos, pues nos quitaran la paja, sino el ojo. Claro está que nunca las críticas serán contractivas viniendo de quienes no han construido nada, precisamente porque han actuado contrario a Jesús, aunque ellos digan que todo lo hacen por el honor de Cristo.Este tipo de personas no tiene honor, porque aunque ondean la bandera de que todo lo hacen para Cristo, son falsos, porque no lo hacen como Cristo lo haría. Hoy es tiempo para que crezcamos a través del pastoreo mutuo, pero que en verdad nos tratemos con la ternura de Cristo, con la que él si nos trata, justamente como el pastor trata a la oveja perdida y herida.