Dios se encarga de nosotros

Cuando tomamos la provisión de Dios para estar en comunión con él, cuando Cristo es el medio que consideramos en nuestra vida siempre estaremos disfrutando de la presencia de Dios, su compañía será tal que tendremos descanso y oportuno socorro en los tiempos oscuros y tenebrosos.

“La presencia de Dios puede superar el sentimiento de tristeza y de soledad que provocan la traición y el abandono, incluso, es Dios quien nos ayuda a enfrentar estas experiencias dolorosas.”

Cualquiera que sea nuestra situación de vida, sea que estemos acompañados de personas y que tengamos abundancias de cosas o, aunque no tengamos nada y estemos solos, siempre debemos estar clamando a Dios por su presencia manifiesta en nuestras vidas.

Debemos buscar que Dios se muestre en todo lo que necesitamos para disfrutar la vida, aprendiendo a honrarlo mientras también crecemos como él quiere que lo hagamos, y que así estemos preparándonos para el encuentro glorioso, cuando viviremos con él por siempre en su presencia gloriosa, en donde nunca más volveremos a padecer soledad.

El amor de Dios va más allá del amor que pueden mostrarnos las personas que nos quieren, el amor de Dios es más perfecto que el amor de nuestros padres, porque alguien puede tener “una buena relación con sus padres”, pero si no tiene el amor de Dios, no tiene nada, o lo que tiene no es suficiente para vivir bien la vida porque su alma seguirá sola.

El amor de cualquier persona puede fallar, pero el amor de Dios nunca falla. Cualquiera puede fallarnos en su trato, pero Dios siempre nos trata con fidelidad. Cualquiera puede olvidarse de nosotros, pero Dios ha venido en Cristo para permanecer por siempre en nosotros y con nosotros.

Dios siempre se hace cargo de sus hijos, por eso, aunque todos nos dejen no estaremos solos ni desprotegidos. Dios se ha hecho cargo de nosotros y siempre será nuestro padre celestial providente en nuestras necesidades espirituales y materiales.

Pidamos a Dios todo lo que necesitamos, ya que siempre nos dará lo mejor, pues ha decretado hacernos sus hijos y ver siempre en todo por nosotros, porque si no escatimó a su propio hijo, sino que lo entregó por nosotros, también aseguró en él todo lo que necesitamos para estar bien aquí y en la vida venidera.

Compartir