Jesús nació en el pesebre porque así quiso; de esa manera manifestó al mundo su renuncia a su gloria, para ser considerado pobre entre los seres humanos. Cristo voluntariamente se hizo débil para poder ser llevado a la cruz por los pecadores y así morir tomando nuestro lugar.
“Por otra parte, al nacer Jesús en un pesebre hace público el rechazo humano a la redención divina, y que el ser humano está incapacitado para salvarse por sí sólo, ya que ni siquiera puede responder al ofrecimiento del gran amor divino si no fuera convencido por la fe.”
Jesús vino para estar con los pecadores, su propósito fue buscar y salvar a los pecadores perdidos. A pesar de no merecerlo Dios decidió amarnos, por eso quiso a través de Cristo sacarnos de la miseria espiritual de manera personal, aunque el mismo se encarnara para sufrir nuestra miseria espiritual y la maldición por nuestros pecados.
Dios no podía morir como Dios, por eso se humanó, y dispuso sufrir la muerte como castigo al morir en nuestro lugar, así nos libertó de la maldición del pecado, de tal manera, que al creer hoy en Cristo podemos tener vida eterna como bendición. Así fue por lo que, María dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre.