Cristo nos Dio vida cuando estábamos muertos espiritualmente en el pecado, más ahora que estamos vivos nos fortalece para hacerle frente al pecado y a las tribulaciones, para que siempre estemos disfrutando a Cristo y sirviendo con empeño en su reino. Nada ni nadie tiene la autoridad y el poder para detener la obra de Cristo en nuestras vidas, ni lo que Dios se ha propuesto hacer a través de nosotros en su reino, por eso con total convicción y confianza tenemos que seguir hacia adelante.
«Por la muerte de Cristo, su derramamiento de sangre y resurrección Dios nos hace fuertes en Cristo y nos da la fuerza de Cristo, por esta bendición el pecado ya no nos quita la salvación, la muerte no podrá detenernos en la tumba, y aun cuando el diablo nos asecha para destruir nuestra fe y separarnos de Dios no podrá, pues la fuerza y el poder en nuestra vida es la eterna presencia de Cristo.»
En lo secreto de nuestra intimidad con Dios podemos ser enseñados a enfrentar toda circunstancia y adversidad, ya que Dios se manifiesta con poder, precisamente, cuando con humildad aceptamos nuestras debilidades y la necesidad de buscar su presencia. Por esto es por lo que, debemos hacer un espacio en nuestra agenda cotidiana para apartarnos del entorno de mucho ruido y actividades, porque sólo así Dios nos empodera en Cristo, para que nada de lo cotidiano detenga nuestro avance en la fe, y para que no caigamos en los afanes de esta vida.Cuando sintamos que ya no podemos y cuando aparentemente nos estén ahogando los problemas, hay que tener la seguridad que lo que nosotros no podemos Cristo lo puede, y que en algunos casos el lo hará por nosotros, pero en lo cotidiano nos da su fuerza para que nosotros enfrentemos las tribulaciones. Por lo mismo, Dios no siempre nos quitará las adversidades, sino que nos preparará en Cristo para enfrentarlas. Así es como podemos llegar a la conclusión, que la presencia de Cristo en nuestras vidas y su poder no implica la ausencia de las tribulaciones, sino la garantía para salir en victoria de todas ellas con su poder.