Siempre debemos cantarle a nuestro Dios para reconocer y contar todas sus bendiciones. Una vida agradecida va siempre en camino de más bendiciones. Disfrutar las cosas que Dios nos da depende del reconocimiento de Dios como la fuente de todas las cosas buenas que nos permiten disfrutar la vida. Dios nos creó para su alabanza, por lo que siempre se gozará al vernos bien.
Hoy tenemos la bendición más grande de estar en comunión con Dios por medio de la provisión que nos ha dado para esto. Dios nos proveyó al perfecto mediador para poder relacionarnos con él y recibir todas sus bondades. Cristo es el mediador por el que recibimos la salvación y la vida eterna. por esto es por lo que debemos adorar a Dios con toda el alma, recordando estas palabras: Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti. Salmos 16:2