Descansemos

En la comunión con Dios está el reposo para nuestra vida, Cristo nos permite estar con Dios porque él nos une cuando creemos en él y confiamos en su sacrificio llevado a cabo en la cruz. Dios tiene como propósito que disfrutemos todas sus bendiciones y cuidados. Así que, cuando confiamos en Dios reposaremos de un pasado que nos agobió y de los afanes del mañana, porque, así como es segura la ayuda que Dios nos ofrece, también son seguras las aflicciones en este mundo.

«Tampoco es que debemos afanarnos por el mañana, porque aun cuando cada día tiene sus propios afanes, debemos estar tranquilos confiando que también nuevas son las misericordias de Dios cada mañana, y así podemos comenzar cada día con la gracia de Dios que nos sustenta y sostiene por completo. Hay que dejar atrás con la ayuda de Dios nuestros sentimientos de culpabilidad y fracasos, porque por Cristo son perdonados nuestros pecados y quitadas nuestras culpas, y debemos mirar el mañana a través de las promesas de Dios en Cristo, y no de manera negativa.»

Dios nos ha dado a Cristo como nuestro reposo, porque él llevó todas nuestras cargas en la cruz, por esto es por lo que, si creemos en el podemos descansar. Además, Dios en Cristo, para cada circunstancia complicada, para cada aflicción y tribulación nos ha dado promesas de su pronta intervención con el propósito de ayudarnos, porque para los que amamos a Dios y confiamos en él todas las cosas nos ayudan para bien, porque obra en toda para llevar a cabo el buen propósito de salvación que ha trazado desde la eternidad para nuestras vidas.

Demos gracias a Dios por las cosas que nos tocan enfrentar, porque él nos da la salida y la fortaleza para resistir, ya que su gracia nunca nos abandona y la manifestación de su amor es permanente. Pero también, debemos agradecer a Dios, porque todo lo difícil nos permite disfrutar lo más grandioso que nos ha dado en Cristo, pues precisamente en la seguridad de nuestra salvación tenemos la certeza de que esta bendición es para siempre. Por eso entonces, aun a pesar de todo lo adverso que enfrentemos Dios nos hará perseverar en reposo hasta que lleguemos al reposo eterno.

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