Satanás es aquel que se ha propuesto robar matar y destruir, y lo hace a través de la mentira, de la religiosidad y por medio del falso evangelio. Muchas de las personas en el tiempo de Jesús, aunque eran perfectos religiosos, también fueron completos incrédulos y ciegos ante la verdad, porque en lugar de recibir a Jesús para atesorar el evangelio en sus corazones, lo negaron y lo crucificaron.
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” Juan 10:10-11 RVR1960
El propósito de satanás es la destrucción de nuestra vida, es que vivamos esclavos del pecado, opuestos a Dios y separados, porque así nuestra vida estará en la peor condición y por lo mismo no tendremos calidad de vida. La mentira destruye, la verdad construye. Por esto es por lo que, una vida solamente religiosa sin la presencia de Cristo no sirve para nada, sino sólo para mantener a las personas espiritualmente muertas.Cristo vino al mundo para deshacer las obras del diablo, porque ninguno de nosotros podría ser libre de este poder destructor. Cristo dio su vida para que Dios nos libre del castigo por nuestros pecados, pero también Cristo destruye el poder del mal y nos libera de esa condición espiritual, nuestros pecados son perdonados y volvemos a Dios, a la comunión con él y a disfrutar de todas sus bendiciones eternas, así recibimos la salvación y la vida eterna.No importa cuán importante parezcan las religiones y los ritos espirituales, si no confesamos a Jesucristo como nuestro Salvador no hay vida, porque solamente Cristo es el que nos puede liberar del poder del pecado y de la condenación. La religiosidad roba el lugar de Cristo de nuestros corazones. Las religiones sin Cristo, son instrumentos de satanás para robar a las personas, porque fuimos creados para la gloria de Dios y para disfrutar de él para siempre, sin embargo, satanás está actuando todo el tiempo.La buena noticia es que hoy podemos conocer a Cristo, quien es la verdad y la vida, así podemos ser salvos del poder engañador de satanás y disfrutamos de la vida eterna y de la esperanza de la gloria de Dios. Dejémonos guiar por Cristo, así como un rebaño es dirigido por un pastor, porque con él estaremos seguros y llenos de toda la provisión que necesitamos para tener vida y para estar siempre vivos. Creamos en Jesucristo y seremos libres del poder destructor de satanás.