Dios quiere quitar la sobre preocupación de nuestro corazón, porque eso nos causa más aflicción y no nos ayuda en la resolución de las cosas. La preocupación excesiva nos lleva a la desconfianza y por lo mismo a la incredulidad, lo cual no nos permite ocuparnos de manera correcta para buscar la ayuda de Dios haciendo uso de los recursos espirituales y apelando a sus promesas.
“Si creemos que Dios tiene el control de todo y que es bueno, entonces, debemos estar seguros de que todo lo que ocurra será para nuestro bien.”
Dios nos ayuda de manera especial llenando nuestra vida de paz y gozo, porque la paz nos da calma en las grandes tempestades de la vida y el gozo nos mantiene felices a pesar de lo que ocurre. Todo esto que Dios hace es posible porque él actúa a través del plan de salvación ejecutado por Jesucristo. Ya todo está consumado para que no nos falte nada bueno y para que seamos más que vencedores.Con total libertad y seguridad podemos orar a Dios, porque verdaderamente él nos va a responder conforme a su voluntad en el tiempo perfecto y de la manera más eficaz. Así como Dios permite las adversidades él asegura su ayuda en la angustia porque hacer que la fe se ejercite, que se desarrolle y se afirme en Cristo. La Biblia dice: “Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.” Salmos 34:4 RVR1960Dios a través del tiempo ha actuado con milagros maravillosos, por eso hay que esperar con paciencia, porque aun cuando parece que él no está haciendo nada, en realidad está llevando a cabo su obra. Dios es capaz de hacer en poco tiempo más de lo imaginable, pero tampoco podemos imaginarnos cómo Dios puede actuar después de mucho tiempo para llevar a cabo sus planes, es decir, solamente tenemos que confiar que Dios sabe lo que hace, cómo lo hace y cuando lo hace, y que al final todo es para nuestro bien.Estemos atentos para que nuestra fe esté ocupada confiando en Dios y esperando el tiempo que sea necesario. No dejemos que la preocupación nos controle, más bien, controlemos la preocupación ocupados en la fe para disfrutar de Dios mientras nos ayuda para salir adelante. Que el saber y el confiar en que Dios tiene el control de todo nos haga pensar que nada ocurrirá que no sea para nuestro bien y para la gloria de Dios.