Dios revela la verdad que solamente puede ser recibida con la sabiduría celestial y con la fe que nos es dada divinamente. La salvación corresponde a Dios, porque no está en la capacidad física del ser humano valerse por sí mismo para salvarse o conocer los misterios de Dios. Realmente, solo podemos confesar a Cristo como nuestro salvador cuando es revelado por Dios en nuestra vida.
“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” 1 Corintios 2:9 RVR1960
El plan que Dios determinó en la eternidad es ejecutado por Cristo para bendición de nosotros que hemos alcanzado su misericordia, por eso es por lo que el amor de Dios se reveló aun cuando éramos pecadores, y es por medio de ese amor que nuestra condición espiritual fue cambiada, fuimos liberados del pecado y de la condenación.Los que amamos a Dios es porque él nos ha amado primero, por lo tanto, podemos decir, que el comprender la obra de salvación de Dios es solamente el resultado de su amor, porque si no fuera porque él nos hace entender con el Espíritu Santo nuestra condición espiritual y la necesidad de creer en Cristo para salvación, seguiríamos en esa condición de maldición esperando el juicio final.Dios nos proveyó la salvación gratuitamente y no por algún mérito especial en nosotros, sino solamente por el puro afecto de su voluntad y porque decidió amarnos. Dios nos ha revelado a Cristo por medio de su palabra, por eso cada día nuestro conocimiento puede crecer a medida que profundizamos más en la Biblia, así también somos más conscientes de la salvación y de todas las bendiciones que poseemos. Hoy podemos lograr que la fe crezca por medio de la palabra, pero también puede crecer nuestro amor por Dios cuanto más lo conocemos en su palabra revelada.