Dios hace posibles todas las cosas, su presencia le da a nuestra vida la mejor garantía de que todo estará bien y que se logran en nosotros y con nosotros esos propósitos que ha decretado. Debemos creer que si Dios dice que está con nosotros eso así es, y por lo mismo debemos anhelar su voluntad, aunque en algunas circunstancias veamos todo complicado. Lo que Dios quiere que hagamos hay que hacerlo confiando en que él nos respalda y al final el resultado será por su obra, y, por lo tanto, la gloria es de él.
“Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.” Éxodo 3:12 RVR1960
Cuando Dios nos comisiona o en nuestros roles cotidianos el promete ayudarnos, él quiere que sintamos su presencia, que le disfrutemos y que siempre estemos buscando en él todo lo que necesitamos. Por esto es por lo que la vida de los hijos de Dios debe ser una vida de adoración y oración, porque siempre podemos hablar con Dios y nos escuchará y porque siempre debemos estar agradeciéndole por todas sus bendiciones. Aunque siempre estemos corriendo riesgos por los ataques del maligno no debemos desmayar, porque Dios espiritualmente siempre asiste a su pueblo para que sea victorioso y perseverante.
En cada momento difícil quedará manifestado lo débil que somos, pero precisamente eso sirve para que nos demos cuenta de que somos vasos frágiles para que repose sobre nosotros el poder y la gracia de Dios. Sin la gracia de Dios no seríamos salvos y sin su poder no podríamos estar bien en este mundo difícil, por eso cada día debemos conocer y experimentar más la gracia y el poder de Dios, por lo tanto, seamos conscientes de en nuestras luchas, y que ahí Dios se glorificará y nos edificará.
En nuestra vida diaria busquemos siempre la gloria de Dios, porque así es como andamos dentro de sus bendiciones, así lo consideramos como la base sólida para estar seguros, firmes y realizándonos como sus hijos a quienes siempre nos quiere ver activos sirviendo en su reino. Dios nos ha dado su Espíritu Santo para que siempre seamos guiados a la palabra del evangelio y con la palabra del evangelio, ya que finalmente, todo lo que Dios nos da y su obra en nosotros es por lo que Cristo hizo en la cruz. Así que sigamos adelante enfocados en los propósitos de Dios, dependiendo de él y seguros de que veremos su gloria en todo para nuestro bien.