
Aunque muchas tempestades te envuelvan en el camino, aunque el viento sea contrario y parezca que ya no puedes, sigue adelante. Pon tu confianza en Dios, porque él puede protegerte ante lo más peligroso y él da la fuerza para superar todo obstáculo cuando se camina en su senda siguiendo su plan y su deseo.
«No mires hacia los lados para depender de las personas, no cargues con la maldición de confiar en el hombre, y tampoco debes agachar la cabeza para desistir ante ese futuro que Dios te tiene preparado. Así que, no importando lo fuerte de tus luchas, mira hacia arriba, reconoce el poder de Dios, quien soberanamente lo controla todo y quiere que perseveres con su ayuda.»
Dios te ama con amor eterno, recuerda que te ha comprado con la sangre de Cristo, que te ha hecho de su propiedad y que eres muy valiosa y valioso para él. Cree que Dios es tu Dios, cuya presencia es permanente, que su ayuda y fortaleza son tu bendición para siempre. Dios quiere que por nada desmayes, él desea verte triunfar, por eso te ofrece su mano poderosa para que no te arrastre la tempestad y para que avances a pesar de la fuerza contraria y enemiga.Cree con todo tu corazón que el amor de Dios es tu respaldo, que por eso nada te va a destruir y nada va a lograr quitarte las grandes bendiciones que Dios tiene para ti, solamente debes creer, y moverte por esa fe. Da pasos de fe, no esperes ver para creer, no esperes ver para avanzar, cree solamente y Dios honrará tu fe con esas bendiciones que tu necesitas y que ha decretado para tu vida. Así que, avanza en medio de la tempestad.