Dios ha sido mi sustento en estos 35 años de vida
El mes de mayo es muy importante en mi vida, ciertamente porque cumplo años, porque también es el mes en el que se celebra a las madres, y por lo mismo puedo agradecerle a Dios por mi mamá y por la madre de mis hijas. Pero es más importante aún porque hace 21 años tuve un encuentro de fe con Dios.
En el mismo año de mi conversión comencé a predicar el evangelio, con mucho gozo y con responsabilidad puedo decir que en este mes cumplo 21 años de ministerio como mensajero de nuestro Señor Jesucristo. Cuatro meses después de entregarle mi vida a Cristo me interné en un instituto bíblico de la iglesia a la edad de 14 años, a partir de ese momento he estado dedicado al Señor los 365 días del año.
Reconozco que he pasado momentos muy difíciles, fracasos, desánimos y hasta he estado punto de abandonar el ministerio, pero todo esto me ha servido para reconocer cada día la presencia de Dios en mi vida y que sin su ayuda es imposible perseverar. A sí que, ¡A Dios sea la gloria! por este mes en el que puedo celebrar y conmemorar, y que en todo esto puedo ver como más importante la gracia de Dios por la que soy lo que soy.