Podemos vivir y vivir bien en alegría y esperanza cuando la carga del pecado nos es quitada
»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana». Mateo 11:28-30 (NIV)
El pecado agobia, lastima, destruye y mata. Con la carga del pecado sobre nosotros no podemos vivir la vida en paz y con el gozo verdadero, tampoco podemos dar los frutos que verdaderamente honren al Creador. Si tú quieres vivir en paz y en alegría verdadera debes pedirle perdón a Dios y debes iniciar una vida de comunión creciente con Él, para ser transformado cada día y lleno de la paz y el gozo que le darán sentido a tu vida y serás lleno también de la esperanza para el futuro. No vivas más cansado y sin ganas de vivir, ora hoy a Dios y tu carga de pecado será quitada de inmediato. Cuando Cristo cargó la cruz cargó con nuestros pecados, en Él podemos descansar
Algunos rehúyen de Dios porque piensan que las exigencias divinas son cargas frustrantes e imposibles de llevar; lo cierto es que los mandamientos de Dios son como miel fresca al paladar y su palabra nos hace verdaderamente libres. Así que, la relación con Dios no es otra cosa que un descanso maravilloso en el que podemos reposar de todo el daño que el pecado le ha causado a nuestras vidas y a nuestras relaciones.
La Biblia también dice:
Fijémonos entonces que nos rodean muchísimas personas que demostraron su fe. Corramos sin fallar la carrera que tenemos por delante. Quitemos de nuestra vida cualquier cosa que nos impida avanzar, especialmente el pecado que nos hace caer tan fácilmente. Hebreos 12:1 (PDT).
Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Lucas 21:34 (RVR 1960)