Aprovechemos la vida para buscar lo eterno porque el cuerpo se acaba rápido

Es poco el tiempo que tenemos para buscar la vida eterna porque este cuerpo que tenemos se desgasta rápidamente, no perdamos el tiempo únicamente enfocados en lo vano y pasajero 

“Porque «todo mortal es como la hierba, y toda su gloria como la flor del campo; la hierba se seca y la flor se cae, pero la palabra del Señor permanece para siempre». Y esta es la palabra del evangelio que se les ha anunciado a ustedes.” 1 Pedro 1:24-25 NVI

Nuestro cuerpo se desgasta inevitablemente, nuestros logros pasan a la historia y cuando apenas estamos conquistando la cumbre de la etapa plena de la vida, comienza el descenso; nuestro cuerpo se desgasta, enfrentamos debilidades y cansancio físico, por lo mismo no vale la pena depender de nosotros mismos en la vida, ni en nuestros propios logros ¡todo es fugaz e irrecuperable como el tiempo…! Hay que poner nuestra fe en el evangelio, solo en Dios encontramos lo verdaderamente pleno y eterno, porque aun cuando nuestro cuerpo se acabe tenemos la esperanza de la vida eterna, hoy tenemos en Dios la fortaleza hasta llegar a nuestra morada final.

No debemos dedicarnos a ganar tesoros en este mundo y descuidar nuestra alma, no dejemos para mañana el prepararnos para el encuentro con Dios, en algún momento nuestra vida aquí se acabará y todos nuestros logros materiales aquí se quedarán. Incluso, debemos pensar que la familia no sólo necesita que les dejemos bienes materiales, sino, más bien, necesita la enseñanza y la fe del evangelio y esto se logra con una vida práctica de comunión cotidiana con Dios. Vivamos y disfrutemos la vida, pero que no se nos olvide, que la vida pasa pronto y nuestras mejores ganancias deben ser para la vida futura con Dios.

Al respecto la Biblia enseña: 

“Porque nada trajimos a este mundo, y nada podemos llevarnos. Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso. Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción. Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores.” 1 Timoteo 6:7-10 NVI

“»No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” Mateo 6:19-21 NVI

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