Esperemos en Dios porque Él actúa justo a tiempo y de la mejor manera

Si hoy estás pasando por circunstancias difíciles no te desanimes ni te desesperes, clama a Dios y espera el tiempo necesario porque Él actuará en tu favor

“Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza. Espero al Señor con toda el alma, más que los centinelas la mañana. Como esperan los centinelas la mañana, así tú, Israel, espera al Señor. Porque en él hay amor inagotable; en él hay plena redención. Él mismo redimirá a Israel de todos sus pecados.” Salmo 130:5-8 NVI

La certeza de esperar en Dios es por convencimiento divino, la fe es el don de Dios para creer, aunque ciertamente nuestro deber es acercarnos a su Palabra, recibirla y practicarla, de esta manera nos fortaleceremos en ella y Dios nos convencerá cada día de seguir confiando en Él y esperando en sus promesas. Cuando conocemos más a Dios y nos relacionamos con sus promesas nuestro corazón aprende a confiar y a esperar en su actuar, el cual será oportuno y de la mejor manera.

El favor de Dios está siempre con nosotros, esos momentos difíciles que nos tocan enfrentar nos permiten ver a Dios actuando con mucho  amor y misericordia, porque Dios es capaz de hacer que los momentos angustiosos nos traigan gozo y mucha esperanza en el presente y también sobre el futuro. Es en estas circunstancias donde la palabra de Dios es necesaria, porque nos enseña cómo responder de manera positiva, echando mano de la gracia de Dios para poder vencer.

Hoy es un buen tiempo para aprender a no desesperarnos; Dios nunca llegará tarde, ni se adelantará, Él nos visitará en la angustia justo en el tiempo perfecto y lo hará de manera efectiva. La Biblia, la cual es la revelación perfecta de Dios nos ayuda abasteciendo nuestras vidas con el poder del Espíritu para que nunca desmayemos. Entonces, estemos velando, esperando con gozo el mover de Dios en nuestras vidas y seguramente nuestra experiencia será maravillosa. Si grande es la adversidad, mayor será el favor de Dios en nuestras vidas.

La Biblia continúa diciendo: 

“Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados.” Salmo 37:7 NVI.

“Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad; por eso se levanta para mostrarles compasión. Porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que en él esperan!” Isaías 30:18 NVI.

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