Muchas desgracias suceden todos los días cuando no se controla la lengua; lastimar a alguien con palabras ásperas es detestable por Dios, lo mismo el chisme y la calumnia que dañan la imagen de Dios en una persona “Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo.Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida.Pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal. Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.” Santiago 3:2, 5-6, 8-10 NVI
Cuando no gobernamos nuestra lengua podemos provocar mucho daño, incluso, el daño puede ser tan grave que sea imposible repararlo; los golpes dejan huellas en la piel, una palabra dicha con malicia puede destruir el interior de una persona, un chisme es capaz de correr a tal velocidad que luego es imposible detenerlo.
Usemos la lengua para bendecir a Dios y a nuestro prójimo, para curar el interior con palabras suaves cargadas de amor y para que el evangelio de Jesucristo sea predicado en todo el mundo. Que nuestra lengua sea para edificación y no para destrucción, porque lo cierto es que un día daremos cuenta de cada palabra, sea buena o sea mala.
Hagamos el esfuerzo de dominar la lengua, porque la falta de dominio es el resultado de andar bajo la carne y no bajo el Espíritu, y andar en la carne es para muerte, pero andar en el Espíritu es para vida. El Espíritu Santo nos ayuda para nos ceder al impulso malévolo de la carne y al uso indebido de la lengua, porque aunque es un miembro pequeño causa muchos males.
La Biblia también dice:
“La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” Proverbios 18:21 RVR1960
“El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina.” Proverbios 13:3 NVI