Siempre estará en riesgo la unidad de la iglesia a la vez que esta es el resultado de la falta de madures cristiana.
Yo, hermanos, no pude hablarles entonces como a gente madura espiritualmente, sino como a personas débiles, como a niños en cuanto a las cosas de Cristo. Les di una enseñanza sencilla, igual que a un niño de pecho se le da leche en vez de alimento sólido, porque ustedes todavía no podían digerir la comida fuerte. ¡Y ni siquiera pueden digerirla ahora, porque todavía son débiles! Mientras haya entre ustedes envidias y discordias, es que todavía son débiles y actúan con criterios puramente humanos. Porque cuando uno afirma: «Yo soy de Pablo», y otro: «Yo soy de Apolo», están manteniendo criterios puramente humanos. 1 Corintios 3:1-4 DHH
La madures o crecimiento de una iglesia se mide por la unidad con la que esta se rige;
significa firmeza en la doctrina, santidad y una clara visión de lo que es su misión en el mundo, viviendo y sirviendo siempre sujetos a la autoridad de Dios.
La unidad que la iglesia vive como una comunidad y como cuerpo de Cristo es lo visible de su relación espiritual con Cristo. La verdadera espiritualidad de la iglesia debe ser cultivada permanentemente con la palabra de Dios.
Una iglesia que no es responsable en el trato de sus necesidades en Dios y en su palabra no puede crecer con solides y por lo mismo no da buenos frutos. Hoy es buen tiempo para dejar ya de ser niños llorones y berrinchudos, es tiempo de crecer con madures y estar prestos para servir a Dios y dar los mejores frutos para su gloria.
La Biblia dice:
Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos en su modo de pensar. 1 Corintios 14:20 NVI
De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo. Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Efesios 4:13-15 NVI
Oraciones:
- Que Dios te ayude a crecer saludablemente en la fe.
- Que tu iglesia se multiplique mediante la unidad como parte de su madures.