Quizá la mente humana no sea capaz de comprender como Dios puede alegrarnos aun en los tiempos desagradables. Esto es real, porque nada nos puede quitar el gozo de sentirnos salvos, porque nada ni nadie nos puede quitar la bendición de ser y sentirnos hijos del que todo lo puede.
La angustia es un estado de asfixia, como cuando se cierran las vías respiratorias y por lo mismo la respiración se vuelve lenta.
De hecho, la palabra “angustia”, viene del término “angosto”, en este caso se refiere también a los tiempos difíciles; cuando se nos acaban todas las posibilidades, cuando estamos en una situación muy estrecha. Dios es el que nos ayuda cuando estamos en agonía por las cosas difíciles a las que estamos expuestos en esta vida y con este cuerpo, así lo muestra en su Palabra:
«En medio de mi angustia invoqué al Señor; el Señor me respondió y me puso en un lugar espacioso.» Salmos 118:5 LBLA
Hay tiempos tan complicados en donde ciertamente todas las posibilidades se agotan, pero no hay angustia que nos pueda quitar la posibilidad que tenemos de clamar a Dios, y debemos hacerlo, porque sólo Dios puede darle alegría a nuestras vidas y así podemos estar firmes y perseverantes.
No importa lo que ahora nos está impidiendo sentirnos bien, en el nombre de Cristo y por su poder, nuestro entorno será más espacioso (tendremos más posibilidades, porque Dios en el principio, de la nada hizo su obra más majestuosa). El propósito de satanás es robar y que cada día nos sintamos desesperados, para que en esa condición nos equivoquemos y hagamos lo incorrecto buscando salir de la angustia.
Que no se nos acabe el aliento en la angustia, porque si Dios está con nosotros tenemos la vida y nuestras posibilidades serán infinitas, recordemos que nuestro Dios fue el que sacó a su pueblo de la angustia más grande, cuando fueron encerrados por el faraón entre ellos y el mar. Cuando al pueblo de Dios se le terminó el espacio, Dios abrió camino en donde no había y los puso en lugares espaciosos, lea lo que dice la Biblia al respecto:
“El Señor abrió un camino a través del mar, un sendero por entre las aguas impetuosas; hizo salir todo un poderoso ejército, con sus carros y caballos, para destruirlo. Quedaron derribados y no pudieron levantarse; se acabaron como mecha que se apaga.” Isaías 43:16-17 DHH
Si hoy te sientes triste por lo que no tienes, si piensas que ya nada tiene solución, ni sentido en tu vida, en estos momentos debes doblegarte ante Dios, arrepentirte por tu incredulidad, y pídele que intervenga en tu situación, estoy seguro que lo primero que hará Dios en tu ser, será implantarte el gozo del perdón y lo demás vendrá como añadidura de sus bendiciones.