Si eres bueno con tu semejante Dios lo será aún más contigo

Dios nunca se olvidará del bien que tu hagas, porque lo que el hombre sembrare eso cosechará.

“Echa tu pan al agua; después de algún tiempo lo encontrarás. Comparte lo que tienes lo más que puedas, pues no sabes el mal que puede venir sobre el país.” Eclesiastés 11:1-2 DHH

Escuché a alguien decir: “No sé por qué Dios no me concede sacarme la lotería.”

Le preguntaron: “¿Qué pasaría si te la sacaras?” “me volvería loco” “¿ya ve usted porque Dios no le concede ese deseo? –fue la respuesta. Otro decía: si tuviera mucho dinero socorrería a fulana, le compraría tal y tal cosa a mengano, etc. ¿lo haría en verdad?

No, mis hermanos. No necesitamos ser ricos económicamente para ayudar y condolerse de los demás. Examine lo que tiene; haga cuenta de cada cosa que posee. Mire luego a su derredor: sus vecinos, sus hermanos en la fe, los niños y niñas andrajosos que se encuentra por la calle; esos pobres ancianos que mendigan en las esquinas, su propia familia.

Si usted tiene compasión, es usted rico. También es rico porque usted es  hijo del Dios que creó todo y es dueño de cuanto existe. Él es tu padre que todo y cuida de tu economía, Él es el que ama al dador alegre, pero también el que aborrece al avaro, al injusto, al egoísta y al que solamente desea tener las cosas para su propio deleite.

“Ustedes quieren algo, y no lo obtienen; matan, sienten envidia de alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen la guerra. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres.” Santiago 4:2-3 DHH

Hay además, promesas para el que ama a su prójimo y se compadece de su pobreza, de sus dolores y de sus enfermedades. Cuando sale amor de tu corazón y de tus manos para beneficio de otro, volverá a ti. Dios lo dice y Él no puede mentir.

Piensa en lo que significa recoger algo que sembraste, piensa que si tu alguna ves te apiadaste de alguien, el Señor mismo se encargará de sustentarte y sostenerte en todo. Si hoy actuamos con compasión y misericordia, en Dios nuestra recompensa será mayor.

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