La familia que sirve a Dios estará bajo el amparo divino

No hay protección ni provisión que valga cuando la familia no determina servir a Dios con fidelidad, porque sólo Dios puede hacer que nuestra familia encuentra la felicidad de la vida.

“Siempre que optemos porque nuestra familia sea sirva de Dios, le obedezca y la adore quedará bajo su amparo y bendiciones.”

Debemos determinar servir a Dios con fidelidad y para esto debemos sacar del corazón  todo lo que se opone a Él

. Hay que reconocer que Dios es necesario en nuestra familia, porque nunca podremos estar bien sin su favor; desde los más pequeños hasta los más grandes encontraremos la alegría de la vida sólo con la manifestación de Dios. Es por esto, que todos debemos decidir y determinar amar a Dios por encima de todo.

Dios siempre le hará bien a nuestra familia, por eso todos debemos convertirnos en sus siervos, debemos reconocer que es nuestro Creador, pero que también ha constituido nuestro hogar para su gloria. Si ahora no todos son creyentes, los que somos debemos dar testimonio de los favores de Dios, de sus planes y propósitos que son buenos para la familia, y debemos confiar que su gracia alcanzará a todos.

Nuestra familia debe proclamar a Dios aunque el mundo lo niegue, hay que dar testimonio de Él sin avergonzarnos, y debemos obedecerlo y consagrarnos a Él, aunque suframos la consecuencia al ser aborrecidos por el mundo.

Nuestros hijos deben fortalecerse para soportar el rechazo de quienes viven sin temor a Dios en este mundo de oscuridad regido por santas, deben a prender a confiar en Dios y aprender que por su causa vale la pena enfrentar las adversidades, y porque además,  Él nos protege para no ser destruidos por el mal.

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