
La fe nos permite estar seguros que Dios intervendrá siempre por nuestra causa y nos rescatará aun cuando estemos en la situación más baja, por eso nuestro interés siempre debe ser el aprender a confiar más en Él, porque estando seguros que Dios existe y que vela por nosotros es la riqueza más grande que podemos tener.
Cuando estamos enfrentando dificultades, y cuando oramos y pareciera ser que nuestra oración no es atendida, o cuando Dios guarda silencio por mucho tiempo, satanás busca hacernos creer que Dios no existe y que jamás podremos salir de nuestra angustia. Pero cuando hemos aprendido a confiar en Dios, en todo tiempo estaremos seguros de su existencia y de su asistencia para redimirnos, es decir, para liberarnos de tal o cual aflicción por muy difícil que sea. Aun cundo Dios tarde en responder nuestra plegaria, al confiar en Él estaremos seguros que aún su aparente tardanza es lo mejor, porque sabe actuar en el mejor momento.