No todos son salvos, ni todas las religiones llevan a Dios, ni siquiera una sola religión. Somos salvos los que dejamos de confiar en nosotros mismos o en cualquier otra cosa, para poner toda nuestra fe en Jesús, quien es el único y suficiente salvador. Fuera de Cristo no hay salvación, cualquier otra oferta de salvación es mentira de satanás.
«Para todo el que busca salvación debe saber que sólo Jesús nos puede salvar, para eso vino al mundo, para entregar su vida en rescate por la nuestra, para que al morir nos diera la vida eterna. Sólo Jesús salva, porque fue designado por Dios para que a través de él todos nuestros pecados sean perdonados, y sólo él puede restaurar nuestra comunión con Dios.»
Nadie tiene la posibilidad de salvarse a menos que ponga la fe en Cristo para reconocerlo y confesarlo salvador. Por esto entonces, toda la obra de salvación proviene del cielo, ya que la fe como convicción y Cristo como el medio de salvación es la provisión de Dios para el mundo. El que recibe a Cristo como salvador mostrará evidencias de esto andando como él anduvo, guardando sus mandamientos y sirviéndole con entrega total dispuesto a cargar su cruz.Aunque nuestras obras no nos alcanzan para cubrir nuestra salvación, si son tenidas por Dios como agradecimiento, cuando de todo corazón reconocemos sus favores inmerecidos. Disfrutemos la vida con la seguridad que Jesús mora en nuestra vida espiritualmente y que nos prepara para verlo cara a cara cuando venga en gloria a la tierra. Disfrutemos a Cristo, mantengamos nuestra fe en él y compartamos su evangelio.