
Dios siempre ha tenido como propósito mostrarnos su gloria en nuestra vida, porque esto es lo que en verdad nos hace libres del mal, nos da felicidad, llena nuestro corazón de paz, y su poder se muestra en nuestra fuerza para luchar en esta vida contra la presencia del mal.
“La gloria de Dios no permitirá que estemos vacíos de las bendiciones celestiales y eternas, por eso debemos anhelar y buscar su presencia.”
El ministerio de Cristo siempre mostró la gloria del Padre celestial en toda su obra y enseñanza, en la cruz del calvario derrotó a los poderes que nos tenían esclavos, así con su gran misericordia nos hizo libres y nos dio un lugar en lo glorioso del cielo. Hoy debemos poner nuestra vida en las manos de Dios confiando, en que su gloria resplandecerá en nosotros y disfrutaremos vivir cada día.Dios siempre tiene cuidado de nosotros, y si hay tiempos difíciles, los permite porque quiere hacer descender su gloria en nuestra vida para que en el nombre de Cristo experimentemos la victoria y así nuestra fe crezca más en él. En cada circunstancia difícil, tengamos la seguridad que nunca nos faltarán las misericordias y las bondades de Dios, así que, en lugar de desanimarnos, estemos esperando la gloria y las misericordias de Dios.