
Debemos evitar el error de pensar que Dios está callado ausente o demasiado lento ante las cosas difíciles que nos suceden, ya que, en realidad, todo lo que Dios hace, lo que no hace y la forma y el tiempo que utiliza es perfecto en su totalidad, pues hasta con el silencio nos muestra su amor y misericordia.
“Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.” Isaías 30:18 RVR1060
La intervención de Dios en nuestras vidas no es tarde, y si nos parece tardada e inapropiada es porque no somos pacientes, no confiamos y desconocemos la manera en la que Dios ha actuado y actúa en su propósito salvador. Cuando Dios calla o tarda no lo hace en vano, porque cuando aprendemos a confiar, depender y a buscarlo, disfrutamos sus misericordias.Debemos seguir confiando en Dios aun cuando existen cosas que no entendemos al momento en el que actúa o cuando no hace las cosas como esperamos que las haga. Dios es sabio, todopoderoso y su amor por nosotros siempre lo mueve para hacernos bien, ya que hasta en sus juicios y castigo está presente su amor, por eso no debemos dudar de él, más bien debemos descansar en la certeza que al confiarle nuestra vida siempre estaremos bien.En el trato de Dios podemos conocer más su misericordia, y por lo mismo lo digno de alabanza y honor, pues todo lo que hace en nuestro favor exalta su nombre. Así que, nuestra experiencia en la comunión con Dios no solamente nos permite disfrutar lo que hace, sino que también en nuestra respuesta a él nos deleitamos, ya que siempre que Dios es genuinamente adorado por nosotros, también somos perfectamente edificados por él. Disfrutemos todos los días la misericordia de Dios y gocémonos al responder en alabanzas sus favores.