
Confesar a Cristo es vivir de acuerdo con el plan salvador de Dios, esta confesión no es sólo el resultado de tener algún tipo de conocimiento e información, sino que se trata de una relación, de la experiencia de conocer a Cristo y al Padre cuando por el Espíritu Santo tenemos esta clase de vida espiritual con Dios sobre la base del sacrificio de Cristo por nosotros.
“Tenemos que aceptar que el Creador del universo está detrás de este plan maravilloso de salvación, así que por eso con la fe somos convencidos para aceptar a Cristo como nuestro salvador y a reconocerlo como el Hijo de Dios enviado a este mundo.”
Esto no es solo una declaración confesional, esto debe ser la manifestación de toda la vida, es vivir en torno a Cristo en este plan de Dios para salvarnos, por lo que tenemos que negarnos a nosotros, y no podemos buscar en otro lado la posibilidad para salvarnos, sino que sólo debemos poner nuestra fe en Cristo. La salvación y la seguridad de nuestra vida depende de la presencia de Dios en nosotros, porque él es quien nos hace disfrutar la salvación en Cristo y nos persevera en él hasta el final.La vida de fe en Cristo es una relación con Dios en donde dependemos de él y lo disfrutamos, ya que en esta unión espiritual Dios se manifiesta en nuestras vidas, y lo que es más, él mora de manera espiritualmente en nuestro ser. A través de Cristo podemos estar arraigados en Dios, de tal manera, que nada nos puede mover del él, nada ni nadie puede disolver esta unión resultado de lo méritos de Cristo como Hijo de Dios y de su obra en la cruz del calvario como nuestro salvador.