La transformación de la oruga

Consideremos siempre el ejemplo de la oruga que se transforma en una mariposa. Solo Dios puede transformar nuestra vida, pasar de ser una cosa para convertirse en otra totalmente diferente es algo que deberíamos de buscar.

No es fácil ni sencillo, el proceso puede ser doloroso, quebrantar actitudes, malos hábitos e intenciones, todo esto puede causarnos sufrimiento, pero siempre debemos esperar a que el proceso sea terminado por Dios, donde lo mejor resalte a la vista del mundo. Quiera Dios que cada uno de nosotros pueda reflejar su gloria a través de nuestra vida, dando testimonio de lo que Cristo ha hecho con nosotros, pasando así del suelo al cielo, para conquistar al Mundo. Que así sea.

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