Ayudar es la forma más directa y simple de dar evidencia de nuestra vida cristiana. Ayudar es una responsabilidad cristiana, porque refleja nuestra incapacidad de solventar nuestras necesidades y a Dios resolviéndolas. Y esto tiene un efecto igual hacia los demás, Dios nos ha puesto en el mundo para bendecirle con nuestro servicio.
De la misma manera en que Dios nos mira con misericordia, bondad y abre su mano en abundancia, de la misma manera se espera de nosotros para con los demás, No cerremos nuestras manos, ayudemos a cada persona que Dios atraviesa en nuestra vida, y entonces encontraremos gran sentido y significado para nuestro existir. Que así sea.