Este año ha sido muy difícil para la salud y la economía de las familias, pero podemos dar gracias a Dios por las personas que han podido trabajar desde casa, por aquellos pensionados y jubilados que han tenido el sustento necesario. Y debemos hacer una oración de ruego y suplica por todas aquellas personas que ponen en riesgo su vida a causa del cobiv-19, al salir a trabajar para logar el sustento de la familia.
“Este es el tiempo en el que Dios nos está llamando al arrepentimiento, a la búsqueda de su presencia con oraciones sin cesar, y a ser solidarios unos con otros, intercediendo por las necesidades de todos.”
Debemos creer que, aunque el momento es muy complicado, la esperanza no nos avergüenza, porque creemos que Dios está cumpliendo su propósito y que al final su pueblo está siendo muy bendecidos, porque si en realidad creemos en Dios y lo amamos, hoy vivimos en paz, en el gozo de nuestra salvación y con una visión positiva de nuestro mañana. Seamos soportes unos a otros y pasemos juntos la pandemia en el amor de Cristo y con su fortaleza.