Dios quiere morar en nosotros

Si nuestra vida interior está bien podemos afrontar con fuerza todo lo que sucede en nuestro entorno y las aflicciones del cuerpo, pero el bienestar del interior depende de la presencia de Dios, quien se hace presente a través del Espíritu Santo, de la misma manera, disfrutamos la llenura de Cristo, así podemos sentirnos perdonados y es posible sentir el amor divino.

Desde una perspectiva humana esto parece imposible y hasta absurdo, parece no tener lugar en la razón. Pero es que precisamente, esto sobrepasa la razón y no es un logro humano, más bien, es Dios operando poderosamente, lo cual podemos creerlo y experimentarlo con la fe, cosa que también nos es revelado en la Biblia, y esta palabra se recibe por fe y aumenta nuestra fe para seguir buscando y esperando la manifestación de Dios en nuestras vidas.

Sólo cuando Dios nos hace participe de su gracia manifestada cotidianamente en la vida podemos vencer la incredulidad, la maldad y las aflicciones en este mundo que está bajo maldición por el pecado. Recordemos estas palabras: “Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.” Juan 14:23

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