Dios no pasa por alto el pecado, por eso espera que los que no son creyentes, crean que Cristo es el único salvador y arrepentidos confiesen sus pecados, así recibirán la misericordia de Dios, porque de lo contrario el juicio y castigo eterno es una realidad inevitable. En cuanto a nosotros los creyentes, reconociendo nuestras debilidades debemos buscar en Dios el perdón, restauración y fortaleza, porque, así como Dios no pasa por alto el pecado, tampoco oculta su gracia.
En todo momento nos encontramos con la misericordia de Dios, porque él envía el evangelio y al Espíritu Santo para que opere en nuestros corazones, así podemos tener conciencia de nuestros pecados y somos movidos convencidos de la necesidad de buscar el perdón, y entendemos el amor de Dios al invitarnos a venir a él a través de Cristo para ser bendecidos espiritualmente con la salvación y la vida eterna.Si hoy estamos siendo llamados a la conversión y restauración no esperemos más. “Recordemos estas palabras: Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18