Oremos con urgencia y perseverancia por el Covid-19

Es tiempo de oración permanente, porque aún cuando Dios nos llama a la oración sin cesar y perseverante, la situación que se vive en el mundo es alarmante. Los contagios del Covid-19 siguen propagándose. La mayoría de nosotros somos conscientes de este mal, ya sea porque hemos enfermado por este virus, algún familiar a enfermado o algunas de las personas de nuestra congregación. Pero no solo es esto, sino que, somos consiente de la mortandad que enfrenta la humanidad por causa de esta pandemia.

«Hay más de 200 millones de personas infectadas en el mundo, y más de 4 millones de muertos. Sin embargo, esto sigue aumentando, por esto es por lo que debemos actuar con total responsabilidad como ciudadanos y cristianos.»

Hay que ser prudentes ante este mal y consientes de nuestro comportamiento, porque con ellos coadyuvamos para que pronto esto sea parte del pasado. Es muy lamentable que el concepto bíblico sobre lo que está sucediendo es variado, y más porque hay radicalismo religioso. Tomemos este sucedo como parte natural de los acontecimientos que pueden venir a la humanidad que vive en un mundo caído, y que Dios usará su poder, gracia y la medicina para ponerle fin a este mal.

Nuestra oración a Dios debe ser por protección, sanidad, consuelo y para que pronto este mal sea erradicado. Oremos a Dios también en gratitud, porque nosotros los creyentes creemos que Dios tiene en control de todo y que por su poder y misericordia hará que todo sea para nuestro bien. Nada escapa del poder de Dios, ni tampoco sus buenos propósitos serán estorbados. La biblia dice: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28 RVR1960

Oremos a Dios para que nuestra fe se desarrolle, para que el mundo que no cree reciba el evangelio y sean salvos. Al orar recordemos estas palabras que nos llama a la confianza: “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” 1 Pedro 5:10 RVR1960

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