Hoy tenemos le enorme bendición de podernos acercar a Dios, porque por su infinita misericordia ha provisto a Cristo como mediador, por esto es por lo que tenemos evangelio. Por todos lados se escucha la buena noticia de quién es Dios y sobre lo que ha hecho para salvarnos por medio de Cristo. Así es que, podemos conocer a Dios y acercarnos a él, porque Cristo lo ha revelado y Cristo ha sido revelado como nuestro único y suficiente Salvador.
«Por la obra de Cristo es que Dios nos acepta, así nos hace participar de todo lo mejor que el ser humano puede recibir en esta vida y para el porvenir. Todos nuestros pecados son perdonados, hay reconciliación con Dios y Dios recibe nuestra alabanza y oraciones. Debemos aceptar que Dios nos creó para su gloria y cuando vivimos de esta manera es cuando podemos ser en verdad felices, pero también hay que reconocer que sin la ayuda y las bendiciones de Dios no podríamos estar bien.»
Con el poder con el que Dios creó todas las cosas nos provee todo para que podemos vivir. Es Dios el que con su poder nos dará siempre la protección necesaria y nos ayudará a enfrentar al enemigo de nuestra alma, quien busca nuestra destrucción. Cando reconocemos el poder de Dios, es porque reconocemos su grandeza y así debemos someternos a él de manera voluntaria, para obedecer procediendo en alabanza reconociendo sus maravillas, pero también en confianza, pues para él no hay nada imposible y siempre desea nuestro bien.Jamás podemos vivir independientes de Dios y por lo mimos no podemos ser indiferentes a Su Palabra. Todas las promesas de Dios son necesarias para nuestra vida porque ahí está la respuesta de Dios para nuestras necesidades físicas y espirituales. Pero también Dios nos ha dado a conocer en Su Palabra la dirección que debemos seguir, mediante ella nos dirige en la fe para que en Cristo siempre estemos establecidos y recibiendo sus favores para salvación.Nuestra vida debe estar siempre atenta a los mandamientos de Dios, ya que nadie puede ser un verdadero discípulo sino está en el Palabra de Dios. Que todo lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, y que todo lo que leemos de él en sus manifestaciones y hechos para bendecir a su pueblo, nos motive para acercarnos y buscar su poder, para darle toda la alabanza que se merece y para que nunca dejemos de orar con acciones de gracias, pero también con plegarias para que sean suplidas nuestras necesidades. Así que, busquemos siempre el rostro de Dios.