Dios por su infinita misericordia nos ha revelado su Palabra, en ella encontramos a Cristo y somos dirigidos hacia él. Dios no ha permanecido callado, siempre nos ha estado hablando sobre la salvación a través de Cristo. Lo que Cristo realizó como nuestro Salvado fue algo que Dios siempre anunció para que de esa manera nos identifiquemos con Cristo y para que creamos que Dios es veraz.
“Todos los que ya formamos parte del pueblo de Dios, los que somos salvos en Cristo, somos dirigidos conforme al evangelio, para vivir nuestra fe en la comunión con Dios dentro de todas las promesas y bendiciones, pero, además, estamos siendo perfeccionados en esa nueva vida en Cristo. A través de la Palabra de Dios podemos conocer su voluntad, y esa Palabra nos convence más y más sobre Cristo como nuestro Salvador y así podemos conocer más el evangelio para disfrutar a Cristo y sus promesas.”
La felicidad para nuestra vida está en Cristo, por eso a pesar de los tiempos difíciles de la vida siempre podemos mantenernos en esa condición de vida, ya que la dicha es el resultado de la presencia de Cristo en nosotros. La felicidad emana de nuestro interior por nuestra experiencia con Cristo. Por esto mismo, nosotros podemos responder a nuestra época con el evangelio, porque sabemos y tenemos la experiencia que Cristo es la respuesta eterna de Dios para la solución espiritual del ser humano.Aceptemos la verdad de Dios, seamos sensibles y obedientes a su voz. Permanezcamos en la revelación de Dios para ser verederos discípulos y testigos, porque solo teniendo la verdad en nuestras vidas como la regla para la vida diaria, podremos vivir bien y estar en los planes y propósitos de Dios, al querer bendecirnos y bendecir a otros a través de nosotros cuando estamos listos para compartir lo que tenemos en Cristo. Nunca desechamos la Palabra de Dios, aunque nos confronte, porque siempre nos llevará por la senda correcta para estar en Cristo y recibir todas las promesas de Dios.