Clamemos a Dios para que nos ayude a vivir conforme a Su Palabra

Orar es muy importante y tiene gran provecho cuando oramos a través de Cristo, con el deseo de que la Palabra del evangelio tome lugar en nuestras vidas. Dios anhela que pongamos atención al mensaje de su Palabra, que tengamos como propósito vivir nuestra fe dirigidos por ella, porque es ahí en donde nuestro entendimiento sobre Jesucristo se expande y crece nuestra fe en él, y así es como somos eternamente bendecidos.

«Busquemos la ayuda de Dios para que nos capacite con la fe que nos lleva a la confianza y a la obediencia, porque cuando estamos en comunión con Dios con esa fe, podemos disfrutar los favores divinos, honramos a Dios y encontramos el verdadero éxito de la vida. Obedecer a Dios es ir por el camino de las bendiciones, y confiar en Dios es esperan siempre en sus promesas.»

El estar pidiendo a Dios que nos ayude para seguir Su Palabra es parte de nuestra obediencia, porque esa plegaria sincera muestra sometimiento, nos hace reconocer nuestras incapacidades espirituales y confesamos quien es Dios. Usemos la Palabra de Dios para nuestras oraciones, para que pidamos como convienes, pero también para que seamos más sensibles a la voz de Dios, ya que su Palabra es vida en nosotros, pues siempre nos señalará a Cristo como el Salvador.

El alma que clama a Dios siempre será saciada en sus buenos deseos, es elevada al trono de la gracia para alcanzar misericordia y el oportuno socorro. Estaremos en calma siempre que estemos deseando que el mensaje de Dios se mantenga en nuestras vidas, porque así es como se establecen en el alma las promesas de Dios. Y es que no hay mejores cosas en la vida, ni mejor manera de vivir, como cuando vivimos en Cristo, quien es la promesa cumplida de Dios y por quien se cumplirá todo lo demás. Clamemos a Dios para que nos ayude a vivir conforme a Su Palabra.

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