
El amor y el cuidado que Dios nos da va más allá de la unión familiar. Necesitamos del amor de Dios para ser salvos y solamente Dios nos puede brindar la protección segura. Cualquier persona por muy cercana a nosotros puede fallar, incluso, aun teniendo las mejores intenciones para hacer el bien todo puede salir mal, pero Dios nunca falla, su amor es perfecto.
«Muchas personas pierden toda esperanza cuando la familia falla, incluso, muchos no quieren saber ya nada de la vida porque sufrieron alguna traición o fueron abandonados. Lo que debemos saber ante todo esto, es que el amor de Dios es suficiente y no falla. Incluso, aun cuando tengamos el amor sincero de nuestros familiares hay que aceptar que esto ocurre así por el mismo amor de Dios.»
Hay que esperar en las bendiciones de Dios y buscar su ayuda, porque el nos ama tanto que todo lo que necesitamos lo ha asegurado en Cristo y nos ha dejado la oración como un medio para ejercer nuestra fe al pedirle, al buscar las cosas en él y para que siempre acudamos a su misericordia, ya que de esta manera nos puede hacer sentir su amor y mostrar el interés que tiene para que nos vaya bien en esta vida y mejor en el porvenir.La salvación del ser humano no es el resultado de la relación familiar, sino del amor de Dios, así mismo Dios es la fuente de toda la provisión que necesitamos. También podemos decir que Dios es la fuente de lo bueno que uno puede recibir de los padres, por eso, aun en las buenas relaciones familiares hay que atribuirle todo al resultado del amor de Dios para que los seres humanos disfrutemos de él y nos gocemos en él para siempre con el propósito de glorificar su nombre. Así que, no nos sintamos solos ni desamparados en esta vida, porque hoy en Cristo podemos estar en el amor de Dios y de ahí nadie nos puede separar, ni Dios dejará de amarnos.