Todo pasa, pero Dios permanece

En esta vida todo y todos pueden fallar, menos Dios. Todas las cosas que Dios ha revelado son verdaderas y lo que él dice que se cumplirá en nuestras vidas así será. Esto significa, que si queremos verdadera seguridad y si queremos enfocarnos en algo firme tiene que ser en Dios. Las personas con el esfuerzo pueden lograr muchas cosas y pueden atribuirse honra en ello, pero lo cierto, es que aun cuando no lo acepten, todos esos logros son por el permiso de Dios y por su gracia común.Al final, todos los logros materiales y físicos perecen, al igual que los tesoros que uno amontona en esta vida, y ni siquiera se aprovecha como se debe, porque se necesita de lo espiritual para que la vida tenga sabor y para que se posea lo eterno. Por esto, hoy necesitamos buscar la comunión con Dios, hay que reconocerlo como necesario en nuestra vida y atesorar sus promesas, porque de lo contrario habremos pasado en vano por la senda de esta vida, sin tener el provecho que trasciende a la eternidad. Considera esta palabra para tu vida: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.” Colosenses 3:2 RVR1960

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