
Solamente podemos clamar a Cristo por medio de la fe y cuando somos convencidos por el Espíritu Santo a través del evangelio. Dios nos envió a Cristo y nos ha dado la palabra, porque así lo podemos conocer, podemos saber de su obra y ocurre ese milagro espiritual para creer en él y aceptarlo en nuestras vidas. Si Dios nos está diciendo que busquemos en Cristo la solución para nuestra vida y las respuestas que necesitamos en necesario hacerlo, porque Cristo está cerca de nosotros; de manera espiritual su presencia es real y tenemos el evangelio en la Biblia.
«Aunque nuestra voz no sea fuerte, pero si hay fe somos oídos. Aunque no podamos hablar, aún con la mente y con el poder de la confianza podemos pedir el auxilio ante esa situación difícil de pecado que aprisiona el alma y en cada situación difícil que enfrentamos. No queramos vivir la vida y llevar a cabo proyectos solos, primero porque, aunque ganemos los tesoros del mundo si no tenemos a Cristo en la vida no tenemos lo eterno, y segundo, porque en todo Cristo debe ser reconocido. Nada bueno podemos lograr si Dios no lo permite, y por la gracia de Cristo este mundo aún no ha sido consumido.»
Todo el peso de pecado que hay sobre nosotros y todo el sufrimiento puede ser tratado por Dios si confesamos a Cristo como nuestro señor, si lo reconocemos como el Hijo de Dios y salvador de nuestras vidas. Solamente por medio de Cristo podemos recibir el descanso en lo profundo de la vida, solamente por él podemos ser libres de aquello que no nos deja avanzar y que nos desalienta hasta desmayar. En este momento difícil de tu vida pide el auxilio de Dios amparado en lo que Cristo realizó por ti en la cruz.No busquemos las bendiciones espirituales en otra parte que nos sea en Dios, pero para que Dios nos bendiga tenemos que creer en Cristo. De la misma manera, todas las cosas que queramos hacer para la gloria de Dios él las va a recibir si ya somos lavados por la sangre de Cristo, si hacemos todo creyendo que él es el único medio determinado por Dios para tener comunión y para poder llegar a la gloria celestial. Busca la salvación como lo más importante solamente en Cristo, porque así te llegarán todas las demás bendiciones de Dios.