Lamentablemente no todas las personas están dispuestas a perdonar, esto es así porque carecen de la gracia del evangelio, lo cual muestra un corazón incrédulo y bajo condenación, o revela la falta de entendimiento del evangelio, y por lo mismo se ve la necesidad de disfrutar a Cristo para poder transmitirlo en todas nuestras acciones como verdaderos testigos.
«Perdonar es practicar nuestra fe en Cristo y este ejercicio cristiano nos permite madurar espiritualmente, y así también podemos recibir siempre el perdón de Dios, ya que el que entiende que la condición del ser humano necesitado del favor de Dios perdonará compasivamente y aceptará su propia necesidad de buscar en el amor de Dios el perdón y la restauración para su vida. El que no tiene misericordia de los ofensores no comprende lo que significa la misericordia de Dios en Cristo.»
Nuestra fe en Dios se ve desafiada cuando nos encontramos en situaciones difíciles en donde recibimos mal, por eso debemos de estar alertas, porque el deseo de satanás es que actuemos mal en contra de quienes nos afectan, pero Dios nos da la respuesta en Cristo para esos momentos, por eso lo que tenemos que hacer es el bien.Perdonar a los que nos causan daño es la decisión correcta en el deseo de ver las bendiciones de Dios, porque Dios puede actuar en medio de esas circunstancias para que el corazón de las personas sea sanado espiritualmente. Que no se nos olvide que la obra del diablo cae cuando se hace presente el evangelio.Nunca la dureza del corazón y la venganza es la salida o la solución para los conflictos. En el sistema del mundo impera el deseo de satanás, por eso lo más común es devolver mal por mal, no perdonando las ofensas y más cuando estas son recurrentes. Pero también en este mismo sentido, no es muy común que las personas pidan perdón porque aman hacer daño y porque se considera que pedir perdón o perdonar es una manifestación de debilidad. A si que, seamos esas personas llenas del amor de Dios para disfrutar de él y para perdonar a todos siempre.