Dios es superior a todas las cosas que se oponen en nuestro caminar de fe. Aun cuando el maligno y sus artimañas se levantan en contra de nosotros es posible salir adelante, porque nuestra victoria viene de Dios. Cristo vino al mundo como parte del plan de Dios para salvarnos del mal que nos tenía separados de él y atrapados en una condición de condenación y de muerte. Pongamos toda nuestra confianza en Dios y sigamos adelante.
“Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.” 2 Crónicas 32:8 Reina-Valera 1960
El pueblo de Dios siempre ha sido perseguido por satanás y en este mundo sufrirá oposiciones, porque todo lo que es de Dios será aborrecido por el maligno, hasta que este sea echado en el infierno. Satanás nunca podrá destruir a los hijos de Dios, porque cuando nuestra fe está puesta en Dios al depender de la obra de Cristo, se nos asegura la misma victoria de Cristo, quien derrotó a satanás con su obra perfecta en la Cruz. Así que, no tengamos miedo a nada y perseveremos con nuestra fe puesta en el Dios que todo lo puede.
“tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis.” 2 Tesalonicenses 1:4 Reina-Valera 1960
Cristo perseveró en medio del mal que se opuso en su contra. Satanás siempre buscó detener la obra de Cristo y quiso opacar sus palabras, pero Cristo siguió adelante a pesar de toda dificultad. Nadie ha tenido tantas dificultades como las de Cristo y nadie ha sufrido como él, por eso debemos tomar su ejemplo como humano, para que nosotros no desmayemos cuando estemos pasando por adversidades.
“Piensen en el ejemplo de Jesús. Mucha gente pecadora lo odió y lo hizo sufrir, pero él siguió adelante. Por eso, ustedes no deben rendirse ni desanimarse,” Hebreos 12:3 Traducción en lenguaje actual
Aunque parte de las adversidades sean las necesidades, podemos vencer y nunca rendirnos, porque si tenemos a Dios nunca nos faltará su amor y en él podemos buscar todo lo que nos haga falta. En los tiempos en donde podemos llegar a sentirnos mal por las cosas que le suceden a nuestro cuerpo y cuando en lo espiritual seamos zarandeados por el diablo, debemos creer que Dios nos dará la victoria, porque su buena obra que ha iniciado en nuestra vida será completada.
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” Romanos 8:35-37 Reina-Valera 1960
En ninguna de tus batallas cotidianas estarás en soledad, y por lo mismo siempre estarás bajo el refugio divino. Cada dificultad nos enseña a depender de Dios, ya que en esos tiempos difíciles experimentamos nuestra incapacidad para valernos por nosotros mismos y aprendemos a reconocer que toda la gloria es de Dios, ya que únicamente con su ayuda es que podemos obtener la victoria.
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” Deuteronomio 31:6 Reina-Valera 1960
Podemos tener tranquilidad en este mundo cuando las cosas no están bien, porque cuando en nuestra vida está la verdadera paz existe la seguridad de que Dios siempre estará a nuestro favor en las adversidades. Solamente cuando tenemos paz con Dios al ser reconciliados por Cristo, es que podemos tener las bendiciones de Dios. Cristo con su sacrificio logró que Dios nos quite la culpa del pecado y así podemos disfrutar la comunión con él y de esa manera en el mundo nos ayuda para superar todo lo malo. Por esto es por lo que, necesitamos a Cristo si en realidad queremos vencer lo malo de este mundo.
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33 Reina-Valera 1960